Era principios de este año 2020 cuando me embarqué en la aventura de crear este blog digital al que llamé “Legado de Cárcar”. Mi objetivo era colgar al menos un artículo al mes y, de momento, lo voy consiguiendo. Cada uno de estos artículos supone la elaboración en tiempo récord de la historia concreta del personaje investigado y el entorno en el que se movió. La inmersión en la vida de estos individuos me está llevando a la vez por caminos insospechados. Siendo Cárcar un pequeño pueblo, perdido en un diminuto punto del mapa, pudiera parecer que todo en él a lo largo de su historia hubiera sido insignificante y anodino; que fuera de sus muros las gentes de Cárcar no habrían tenido apenas nada que aportar al mundo; muy al contrario, todos los personajes que he ido descubriendo e incorporando al blog a lo largo de estos meses han resultado de una talla extraordinaria, al punto de dar la impresión de que el siguiente en la lista superaba en expectativas al anterior. Todos, absolutamente todos los individuos expuestos, son por sí solos estrellas rutilantes que inexplicablemente permanecían veladas.
Y haciendo ahora balance del año que termina, puedo decir que he conseguido recuperar gentes de las más diversas y variopintas profesiones y materias; incluso en algunos casos hasta he podido conseguir saber cual era su aspecto físico. Y así, hemos visto desfilar a Juan Bastero Lerga, catedrático de medicina legal y que brilló con luz propia en Zaragoza, y toda la impresionante familia que le sucedió después.
Juan Bastero Lerga
Fray Francisco Marín Sola
Al organista Bernabé Fortuño; al sabio y teólogo dominico fray Francisco Marín Sola; al misionero, profesor y cronista Gregorio Roldán Marín, sin olvidarnos del escritor jesuita Domingo Antomas, que se embarcó en el siglo XVIII de misiones a Chile y sufrió en sus propias carnes la expulsión de la Compañía de Jesús de los territorios españoles y murió loco y deprimido en Italia.
Gregorio Roldán Marin
Al gran maestro organero Domingo de Mendoza, que ocupó los puestos más altos de su profesión en la corte española y rompió moldes al innovar en esa difícil disciplina.
Salvador Ordoñez Abadía
Sin olvidar el hallazgo que me supuso descubrir la vinculación del famoso general Zumalacárregui con Cárcar motivo por el cual su hija Micaela eligió este pueblo como refugio y también como reposo de sus restos mortales.
Pancracia de Ollo y de Mata, esposa de Zumalacárregui
Un repaso, a través de los siglos que nos ha llevado también a saber detalles de la invasión napoleónica a principios del siglo XIX, de la mano de Juan Ángel Latreita, y a conocer a Ángel Sagaseta de Ilurdoz, último Síndico de la Diputación de Navarra, o conseguir una amplia información sobre la historia de la desaparecida ermita de Santa Bárbara. Todo ello mostrado en este blog para quienes gustan y se detienen en su contenido.
Creo pues que debo considerar este año con balance positivo ya que he ido avanzando en la consecución del objetivo fijado; es mi voluntad seguir adelante en lo sucesivo pues el filón tiene veta suficiente como para continuar al menos durante otro año más a este ritmo.
Sería interesante que se dieran también las condiciones óptimas para poder pasar estos trabajos a la imprenta, lo que permitiría el acceso a su contenido de las personas que todavía no manejan dispositivos digitales.
En fin, que de momento todo me anima a seguir en este próximo año que en breve comienza. Y estas reflexiones me sirven además para felicitar el año a todos los seguidores del blog, así como a quien lo visita de forma esporádica. Y, especialmente, a los que pierden unos segundos de su tiempo en depositar un comentario o sugerencia que tanto me ayuda a continuar adelante en este proyecto con el ánimo bien templado. Y a todos en general: ¡Feliz 2021!.