lunes, 5 de septiembre de 2022

JOSEPH FERNANDO DE PAGOLA. Alcalde de la Real Corte Mayor de Navarra, una vida entre leyes y palacios


Estilo de retrato formal del siglo XVIII: la imagen de un regidor o alcalde mayor en su contexto de autoridad. Foto: Wikimedia Commons

En el corazón del siglo XVIII navarro, la figura de Joseph Fernando de Pagola Alargunsoro se destaca como la de un hombre cultivado, comprometido con el servicio público y profundamente arraigado a su familia y a su tierra. Su historia, que conecta pueblos como Cárcar, Lodosa, Pamplona y Granada, es también un retrato de una época marcada por los cambios sociales, las instituciones reales y el valor de la memoria.

Los orígenes: entre Cárcar y Lodosa

Joseph Fernando nació en una familia de abolengo de Cárcar, aunque su bautismo tuvo lugar en Lodosa el 2 de junio de 1704. Era el primer hijo de Francisco de Pagola y Miguel de Boliaga, natural de Cárcar, y de María Isabel Alargunsoro, de Lodosa. Sus ocho hermanos, sin embargo, nacerían ya en Cárcar, en la casa familiar que pasaría de generación en generación hasta su demolición a finales del siglo XX.


La casa Pagola de Cárcar, situada en la calle Mayor, antes de su demolición. Foto: Catálogo Monumental de Navarra

Viviendas modernas que se construyeron sobre el solar de la casa Pagola en Cárcar

📍 ¿Sabías que la antigua casa Pagola aún se recuerda en Cárcar como parte del patrimonio histórico local?

De estudiante a abogado del Reino

Con vocación jurídica, Joseph Fernando se trasladó a Valladolid para estudiar Derecho. Allí se graduó y, en 1729, y en Pamplona obtuvo el título de abogado de los Tribunales Reales del Reino. Su carrera lo llevaría a instalarse definitivamente en la capital navarra.

El 25 de agosto de 1737 contrajo matrimonio con Alberta Garzarón y Villava en la iglesia de San Juan Bautista. Tuvieron varios hijos; tres hijas fueron bautizadas en la iglesia de San Lorenzo y uno de los hijos varones, José, alcanzó cargos notables como Alcalde del Crimen, regente de Audiencia y ministro togado del Consejo de Guerra.

Un regidor en el Palacio del Condestable

A mediados del siglo XVIII, Joseph Fernando se convirtió en segundo regidor del Ayuntamiento de Pamplona por el Burgo de San Cernin. En ese tiempo, vivía junto con su familia en el emblemático Palacio del Condestable, en la calle Mayor, como apensionado del Duque de Alba y Conde de Lerín.


Palacio del Condestable antes de su restauración. Foto: arquitecturaviva.com

Palacio del Condestable en la actualidad. Foto: arquitecturaviva.com

🏛 El Palacio del Condestable es hoy un centro cultural visitable en Pamplona. Si paseas por la calle Mayor, no dejes de imaginar las historias que allí se vivieron.


En 1751, el Ayuntamiento decidió derribar su sede original debido a su mal estado, y durante las obras —que se prolongarían siete años— trasladó sus oficinas precisamente al palacio donde vivía Pagola. Esto obligó a la familia a desalojar el edificio, y fue el propio Ayuntamiento quien cubrió los gastos del nuevo alquiler. El acta del 8 de agosto de 1753 recoge el acuerdo de entregarle 54 ducados por dicho concepto.

Detalle del libro "Defensa crítico-histórico-canónico-legal de la Ciudad de Pamplona. Respuesta (...) en las defensas que han excitado sobre procesiones. Año 1752. Imprenta Martínez


Reconocimiento y legado

En 1760, al poco tiempo de inaugurarse el nuevo edificio del Ayuntamiento, Joseph Fernando fue nombrado alcalde supernumerario de la Real Corte Mayor de Navarra. Murió en Pamplona en 1771.

Nombramiento de Alcalde de Corte supernumerario del Reino de Navarra a Joseph Fernando de Pagola por parte de Carlos III. España, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte AGS Gracia y Justicia. Legajo 159.  https://eltiempodelosmodernos.wordpress.com/category/navarra/

Hasta su muerte, mantuvo una costumbre profundamente significativa: pagar todos los años las misas de aniversario por el alma de sus padres en la parroquia de Cárcar. Ese pequeño gesto de fidelidad familiar resume bien el carácter de un hombre que vivió entre leyes, servicio público y un fuerte sentido de la memoria.

María Rosario López Oscoz


 Fuentes consultadas: