A pesar de que el nacimiento y la filiación de este personaje está documentada, hay de su vida apenas un leve rastro; sin embargo, este rastro contribuirá a sacarlo a la luz y dar a conocer algo del espacio y el tiempo en el que vivió. Su nombre era Juan Manuel de Sadaba Pascual, que nació en Cárcar el día 28 de marzo de 1641, mientras gobernaba en España Felipe IV. Sus padres eran Juan de Sadaba Piudo y Ana Pascual Martínez; los abuelos paternos Juan de Sadaba y Magdalena Piudo y los maternos Hernando Pascual y María Martínez. Juan Manuel era el hijo mayor del matrimonio. Además de él estaban: Domingo, Isidoro Jose, José Cruz y Miguel de Sadaba Pasqual.
A los 20 años Juan Manuel estudiaba leyes en Madrid al amparo del jurista soriano Miguel Agurto y Álava, que además de letrado era Caballero de la Orden de Calatrava. Este personaje era de ascendencia alavesa y había estudiado cánones en la Universidad de Salamanca. Dos veces intentó cubrir la plaza de Corte Mayor del rey de Navarra sin conseguirlo, y en mayo del año 1662, Felipe IV le confirma la plaza en propiedad como Alcalde del Crimen de la Real Audiencia de Méjico, en la Nueva España.
Acompañarían al magistrado dos criados y uno de estos iba a ser el citado Juan Manuel de Sadaba. Para ir a Méjico el jurista debía poner en orden toda la documentación (como era habitual en estos casos) y solicitar permiso de embarque en la Casa de la Contratación de Sevilla. También el carcarés necesitaba tener sus papeles en regla y es por eso que los solicita a Cárcar. Se reúnen pues en Cárcar los testigos convocados ante el notario local Joseph de Corroza y de Pagola. Estos eran: Simón Pascual (alcalde de la villa y abuelo del solicitante), Juan Murillo, Gerónimo de Lodosa (regidor), Juan de Ayucar, Juan Bravo, Miguel de Pagola y Juan Martínez Almuza. Todos ellos declaran que Juan Manuel y su familia son “desde tiempo inmemorial a esta parte en opinión y fama de cristianos viejos y limpios de toda mala raza de judíos, moros ni penitenciados(…)”. Que además, algunos de sus familiares tienen “los oficios más honoríficos de república” ya que su abuelo Simón Pascual es alcalde y juez ordinario de Cárcar, y su tío carnal Domingo de Sadava fue notario del Santo Oficio “y estos puestos oficios siempre se han dado y se dan a las familias nobles como lo es la del dicho Juan Manuel de Sadava”. Da fe de todo lo declarado el notario Joseph de Corroza el día 27 de mayo de 1662. En junio le llega a Juan Manuel la documentación. Por su parte, Agurto y Álava, arregla los papeles en la Casa de Contratación de Sevilla: “pido y suplico mande darme despacho para mi embarcación y la de mis dichos dos criados por cuanto no tengo otros que llevar”. De Juan Manuel se facilitan en ellos unos pocos datos. Que ese “estudiante, de edad de veinte años, alto, rubio y que no es casado ni está sujeto a matrimonio”.
Para el 27 junio de 1662 ya tienen listos los papeles en la Casa de Contratación. Siete días más tarde zarpan desde Sanlúcar de Barrameda en la Flota de la Nueva España, comandada por el general Nicolás Fernández de Córdoba y Ponce de León (descendiente del Gran Capitán). Para viajar a la Indias Occidentales este era el modo habitual de hacerlo. En esta ocasión dicha Flota la componían veinticuatro buques escoltados por tres galeones de guerra. Transportaban un total de 4.500 toneladas de carga y 1.326 quintales de azogue (mercurio para tratar la plata). Entraron en el puerto de Veracruz el día 12 de septiembre de ese año, tras dos meses y cinco días de travesía oceánica.
Qué fue de Juan Manuel de Sádaba una vez llegado a Méjico es de momento un misterio. Si siguió al servicio de Juan Miguel de Agurto habría que saber que este, tras su paso por la Audiencia de Méjico, fue nombrado en 1673 Capitán General y Presidente de la Audiencia de Guadalajara (Méjico) y que en 1680 cubrió la plaza de Gobernador de Campeche de forma interina. Ese mismo año, y también de forma interina, fue nombrado Presidente, Gobernador y Capitán General de la Real Audiencia de Guatemala. Durante tres años ejerció en este cargo hasta en en 1684 regresa a España donde se le nombra Oidor de la Real Chancillería de Granada. Sin llegar a tomar posesión del cargo, muere en Madrid en el año 1685.
Si siguió, como digo, a cargo de este mandatario habría que imaginarlo haciendo todo ese recorrido junto a él. Si, por el contrario, una vez allí siguió su vida particularmente, el resultado sería otro. Sea como fuere, el caso es que gracias a los archivos de Indias sabemos que un chaval de Cárcar hizo la ruta de las Indias (no fue el único) y arribó a Méjico hace la friolera de trescientos sesenta y un años.
MARÍA ROSARIO LÓPEZ OSCOZ
Septiembre 2023