Era un 21 de febrero del año 2020 (a punto de entrar en pandemia del Coronavirus), cuando inició su andadura este blog al que titulé “Legado de Cárcar”. Se cumple hoy, por tanto, su cuarto aniversario. Una empresa que desde sus inicios supuso un reto por las dificultades que entrañaba, ya que en muchos casos partía apenas de unos escasos datos de archivo. La búsqueda de referencias y la construcción y redacción de unas historias de las que poco o nada se conocía, ha sido la tarea que he venido desarrollando y ha marcado cada uno de estos artículos.
Cabecera del blog
Transcurridos cuatro años es ya posible estudiar pues el proyecto en perspectiva. 57 han sido hasta hoy las entradas al blog y por ellas han ido desfilando un sin fin de personajes de las más heterogéneas profesiones y oficios: arquitectos, monjes, obispos, escultores, maestros carpinteros, políticos, ingenieros, sacerdotes, médicos, militares, fundadores, organistas, misioneros, doctores en química y en física, abades, farmacéuticos, catedráticos en distintas disciplinas, conquistadores, frailes, retablistas, pintores y doradores, abogados, notarios, síndicos consultores, escritores, políticos, doctores en distintas materias, catedráticos de medicina legal, maestros organeros, cronistas, y hasta aventureros que se embarcaron rumbo a las Indias, junto con la historia de Micaela Zumalacárregui y el nexo familiar que une a Cárcar con el famoso general carlista. Un singular plantel de carcareses que destacaron en distintas disciplinas y que han dado lustre a su pueblo. Pocos oficios han podido escapar a estos emprendedores "carcareses por el mundo".
Unido a ellos he podido incorporar al blog otro tipo de temas que también tienen que ver con la historia de Cárcar: la recuperación escrita de la desaparecida ermita de Santa Bárbara, la ubicación de un manantial medicinal, el rescate de algunas cartas que implican a la vida del pueblo y sus gentes, así como la aportación de algunos anuarios antiguos; también la historia del hundido puente viejo, la secular cofradía de los santiagueros, la heráldica de Cárcar, la tremenda crónica negra que sacudió al pueblo en los últimos días del siglo XVIII, y hasta el testimonio musical del villancico más autóctono. Sin olvidar el amplio archivo fotográfico que acompaña a cada trabajo y que contribuye a enriquecerlo.
Algunos personajes más, y otros temas, siguen esperando turno, y es mi deseo que todos ellos lleguen a buen puerto. Hay que reconocer no obstante que el filón se va reduciendo por natural agotamiento documental, pero, aún así, mientras exista alguna posibilidad de sacarlo adelante lo seguiré intentando.
Agradezco de veras los comentarios y los ánimos de tanta gente que aprecia y reconoce este trabajo, visita el blog y se hace seguidor, añadiéndole atractivo y estimación al mismo. Conviene ahora no solo divulgarlo, sino también custodiarlo y conservarlo convenientemente como bien patrimonial.
Esta es pues mi contribución personal hacia mi pueblo natal de Cárcar, mostrando a través de este blog la vida y obra de algunos de sus destacados hijos. Pero también me gustaría rendir desde aquí un homenaje de reconocimiento a todos los que se quedaron y sacaron adelante, con esfuerzo y sudor, al pueblo que les vio nacer. Miles y miles de hombres y mujeres anónimos que a través de los siglos dejaron su impronta silenciosa en el devenir cotidiano de sus vidas en este pequeño pueblo de la Navarra rural. Todos y cada uno de ellos (los que se fueron y los que se quedaron) han hecho grande a Cárcar y merecen nuestro respeto y reconocimiento.