martes, 28 de diciembre de 2021

RESUMEN AÑO 2021. BLOG LEGADO DE CÁRCAR

Iglesia de San Miguel de Cárcar

A punto de acabar 2021, segundo año de la pandemia del coronavirus y próximo este blog a cumplir los dos años de vida, corresponde hacer un breve resumen de lo que han dado de sí estos doce meses en cuanto a actividad “blogueril”.

Trece han sido los artículos o post que he conseguido colgar este año, que han venido a engrosar el proyecto “Legado de Cárcar” y suman ya un total de veintiocho entradas; una idea que inicié sin saber muy bien hasta donde me llevaría, dada la dificultad que entraña descubrir personajes que en muchos de los casos ni siquiera se conocía el nombre. 

Zumalacárregui aclamado en Echarri Aranaz. Grabado, José Ballejo, 1844. Museo Zumalacárregui
-Empezó ENERO continuando con la serie de la familia de Andrés de Mata, el maestro pintor, dorador y estofador que tanto había dado de sí en episodios anteriores. El artículo integraba a otros de los hijos del artista, entre ellos Isabel, la suegra de Zumalacárregui, y también su hermana Melchora, que fue la que acogió en su casa a la hija del general carlista y el lugar donde esta murió. Además, Melchora nos acercaba a algunas figuras de la realeza española en tiempos de Fernando VII e Isabel II.


Serafín de Mata
-En FEBRERO añadí dos entradas más. La primera correspondía el tercer y último capítulo de la serie de Andrés de Mata y familia, esta vez dedicada al hijo, nieto y biznieto del maestro dorador, fijándome especialmente a este último, llamado Serafín de Mata y Oneca, que fue abogado, consejero, político y escritor de renombre y que jugó un papel importante en la cultura, en la historia y en la política navarra de su tiempo, además de ser uno de los principales  fundadores del Orfeón Pamplonés y contribuir a cambiar la fisonomía de Pamplona.


Padre Mateo Mateo en 2019 en la celebración de los 50 años de la parroquia de los Sagrados Corazones de Guaynabo
-La segunda entrada de FEBRERO, y como cosa excepcional, la dediqué a una persona viva: el Padre Mateo Mateo; desgraciadamente, cuatro meses después de publicar el artículo, el P. Mateo, falleció. Quizá por esta circunstancia, y por ser un personaje de gran carisma y popularidad, ha sido el post más visitado del blog hasta ahora, siendo visto principalmente en Puerto Rico y los Estados Unidos de América, además de en España.  Un personaje el P. Mateo del que se seguirá hablando todavía mucho, sin duda. 


Soldado de los Tercios de Flandes. Foto: ABC
-MARZO acogió a un militar del siglo XVII, Ambrosio de Urra; será este uno de los personajes que más me han impactado a la hora de descubrir y desarrollar. Luchó en la Guerra del Arauco, fue Sargento Mayor y Maestre de Campo General del Reino en Chile y Gobernador en el Archipiélago de Chiloé; candidato a Gobernador de Chile y Corregidor de la Región del Maule. Peleando unas veces, y entendiéndose con las tribus mapuches y araucanas, otras, y sobreviviendo en todas a un ambiente hostil y desfavorable. 

 
Juan Cruz Aranaz. Revista La Avalancha
-En ABRIL le correspondió el turno a Juan Cruz Aranaz, Doctor Catedrático, Magistral de Lérida, Rector del Seminario de Zaragoza, Pro-Canciller de la Universidad Pontificia de Zaragoza, Capellán de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza y escritor. Y por si todo esto fuera poco, creador de dos becas de estudio para que las aprovecharan sus paisanos de Cárcar.


Compositor
-MAYO trajo a Esteban Aranaz, abuelo del anterior. Esteban fue músico y compositor, además de organista en distintos pueblos, para recalar finalmente en Cárcar donde se asentó definitivamente, al igual que sus descendientes. Maestro en doctrina y encargado de la educación y enseñanza coral dejó tras de sí obras escritas y un recuerdo musical que perduró en el tiempo.


Antigua botica de monasterio. Foto: La Voz de Asturias
- MAYO traía también a Ignacio Martínez, boticario o apotecario en el Monasterio de la Oliva, contratado desde el año 1830. Por sus manos pasaron todos los medicamentos y fórmulas magistrales que procuraban aliviar a los monjes cistercienses que habitaban el monasterio de enfermedades y toda clase de males que atacaban sus cuerpos, y que se añadían a los rigores invernales, humedades y  otras disciplinas ascéticas.


Cripta del monasterio de Leyre. Foto: Esther Cruz
-En JUNIO se unían al blog dos abades cistercienses del siglo XVIII que habitaron el Monasterio navarro de Leyre: Malaquías y Baltasar Martínez, que fueron también a su vez Consejeros del Reino de Navarra; como tales, se vieron inmersos en la proclamación en Pamplona del rey Fernando VI como nuevo rey de España.


Roscas de Santiago
-JULIO dio lugar para ensalzar a la secular Cofradía de Santiago en Cárcar y recordar a los santiagueros que a lo largo de los siglos han mantenido viva esta tradición y la celebración de las vísperas donde desde tiempo ancestral se viene “corriendo la rosca”.


Monjes en su monasterio
-En AGOSTO publiqué la vida de otro monje carcarés, fray Veremundo Sádaba, abad benedictino en su Monasterio de la localidad de Frómista, en Palencia.


Alcaldes y corregidores en el siglo XVIII. Foto: protocoloconcorse.es
-En el mes de SEPTIEMBRE, y con el título de “La mujer del Corregidor” abordé la vida de Mateo de Lezaeta, un personaje del siglo XVIII que se casó en Cárcar con una joven del lugar llamada Juana María Martínez y Pagola. Mateo fue abogado, Alcalde Mayor de Valladolid, Regidor perpetuo de Ávila, Capitán de guerra, y durante años Corregidor de Segovia donde gobernó con celo y procuró especialmente el saneamiento y mantenimiento de su acueducto romano, librándolo de las casas que se habían construido junto a él y de quienes quisieron atentar contra la integridad de la milenaria edificación.


Faustino Díaz de Rada en Aldeanueva de Ebro con un grupo de personas. Foto: archivo de la alcaldía de Adeanueva.
-OCTUBRE trajo una sorpresa. Por fin pude poner cara a don Faustino Díaz de Rada. Llevaba mucho tiempo detrás de recomponer su vida, y por mucho que lo intentaba no lograba conseguir una fotografía con su rostro para poder ilustrarla. Al final un familiar me la consiguió. Después de eso, el alcalde de Aldeanueva de Ebro se prestó también gustoso a ayudarme y me consiguió algunas impresionantes fotos junto con valiosa información. Olé por esos alcaldes que valoran y fomentan la cultura local. 
Faustino Díaz de Rada fue responsable de los primeros estudios y observaciones que se hicieron en España sobre  radiactividad. Catedrático en Químicas, se dedicó con celo al análisis de la radiactividad de las aguas termales. Se codeó con Madame Curie y fue director del Instituto Español de Radiactividad. Publicó multitud de artículos sobre la materia. Fue también Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Madrid.


P. Jesús Pardo Ojer
-En NOVIEMBRE añadí al blog la historia del P. Jesús Pardo Ojer, un misionero agustino en Brasil que con tan solo veintinueve años y en un acto heroico, entregó su vida por salvar la de unos niños que se estaban ahogando en el río Purús. Una historia que viví en mi infancia con gran asombro y sobrecogimiento pues era una historia reciente.


-Y ya DICIEMBRE lo he reservado para hacer el balance. Espero que este año que en breve comienza sea el definitivo para derrotar a la pandemia. Por mi parte, espero poder seguir indagando y dando vida a nuevos personajes y añadirlos así a este blog. La historia de Cárcar se ha manifestado en cuanto a patrimonio humano como una fuente inagotable. Ojalá consiga descubrir y recrear adecuadamente a muchos más. ¡Feliz año 2022!

(Nota) Clicando en el  mes, este te enlaza directamente con el artículo correspondiente.  

viernes, 19 de noviembre de 2021

JESÚS PARDO OJER, HERÓICO MISIONERO EN BRASIL

Fotografía que Jesús Pardo aportó para hacer la ficha consular y poder viajar a Brasil. Año 1950. familysearch.org

Para sacar adelante las vidas de los personajes que componen este blog he necesitado hacer un sin fin de búsquedas documentales tanto físicas como a través de internet, ya que la mayoría de los individuos que lo componen son personajes desconocidos o apenas conocidos; en el caso de fray Jesús Pardo es distinto ya que se le conoce y su vida está ampliamente documentada y difundida en internet. No por eso iba a obviarlo aquí ya que junto al resto conforma el legado que Cárcar ha dado a la Historia y que es misión de este blog recoger; además, en el caso de fray Jesús de modo singular y heroico; como misionero que fue se le presupone como una persona que ofrece su vida por los demás, pero en este caso no es una frase hecha sino literal, ya que en un esfuerzo ímprobo entregó físicamente su vida por salvar la de otros. Haré pues una pequeña semblanza para remitir después a las fuentes que lo explican con todo detalle.

Otra imagen de Jesús Pardo, esta sacada del documental que sobre el P. Pardo han hecho los agustinos recoletos.

Nace Jesús Pardo Ojer en Cárcar un 21 de mayo del año 1926 fruto del matrimonio entre Francisco Pardo Ordoñez y Carmen Ojer Ruiz. Jesús tuvo diez hermanos: Félix, Francisco, Gregorio, Lucia, Visitación, José, Nicolasa, Crescencio, María Carmen y Jaime. Félix y Jesús, eligieron ir al Seminario de los agustinos recoletos de San Sebastián. Félix hará posteriormente su pastoral en el estado de Rio de Janeiro, como su hermano Jesús, pero en las parroquia de Estilo do Espirito Santo,  Guaçui y en la de Santa María de los Hombres, entre otras.

Fotografía de Félix Pardo celebrando misa en Guaçui. Brasil. Años 1972-75.

Ambos hermanos hicieron en San Sebastián los primeros años de filosofía pero enseguida pasaron a cursar la teología al convento de Nuestra Señora del Buen Consejo de la localidad granadina de Monachil.; Jesús hizo aquí su consagración religiosa el día 1 de abril del año 1944 para ordenarse finalmente sacerdote el 22 de junio de 1950. Me agrada destacar particularmente en este punto que los hermanos Pardo Ojer tuvieron a fuerza que tomar contacto en Monachil con fray Carmelo Cruz de la Consolación, familiar de quien esto escribe, y que pude biografiar en el libro Lerín Villa de Religiosos (Julián y Carmelo Cruz). 2012. Fray Carmelo, gran predicador, poeta y director de la revista Santa Rita, vivía durante esa época en este convento de Monachil. El P. Carmelo falleció repentinamente en el año 1948 a los 51 años, por lo que es posible que incluso pudieran asistir a sus funerales.

Carmelo Cruz  de la Consolación de novicio. Año 1912

Le faltaba al P. Pardo cantar misa en su pueblo de Cárcar. Lo hizo el día 15 de agosto, festividad de la Asunción de ese año 1950. Le acompañó en el altar don Mariano Elarre, párroco de Cárcar y don José Sanz, director del Colegio Apostólico de San Sebastián.
Fueron sus padres, Salvadora y Francisco los padrinos de honor y los de manos, su hermana Nicolasa y su cuñado, Máximo Ágreda.

Estampa del día del cantamisas en Cárcar

Poco después de ser ordenado sacerdote, en ese mismo año de 1950, Jesús Pardo es destinado como misionero a Brasil, concretamente a Leblon en el estado de Rio de Janeiro. Después pasó a Belém do Pará; estando aquí llegó de visita el obispo de Lábrea que le propuso a ir a trabajar a su misión, donde finalmente fue destinado. El 15 de enero de 1952, se embarcó en un avión que le llevó rumbo a Manaos. Se llevó consigo una imagen de Nuestra Señora de Nazaret que el obispo de Belem le había regalado para la Prelatura de Lábrea. Al llegar a Manaos se contagió de malaria por lo que tuvo que permanecer allí varios días hasta restablecerse. 

Ficha de embarque de Jesús Pardo expedida por el consulado brasileño en España. Año 1950. familysearch.org

Por fin, el cuatro de febrero de ese año 1952 tomó de nuevo el avión que amerizó en el río Purús. Lo destinaron como coadjutor a la parroquia de Pauriní y como era muy diestro, en poco tiempo construyó una casa de madera para los misioneros donde él miso daba clases de alfabetización. Construyó también una barca a la que llamó “El Sembrador” y con ella surcó los ríos Ituxí, Pauliní, Inauiní, Purús y San Antonio. Se adentró en estos ríos y entró en contacto con los indígenas Jamamadís, logrando que se reconciliaran entre ellos de las continuas peleas que mantenían, a la vez que pudo convencerlos  para que liberaran a unos rehenes de la tribu katukina que tenían presos. Era la primera vez que un sacerdote entraba en contacto con esta tribu indígena. Consiguió hacer allí también buenas fotografías de la tribu, que posteriormente fueron expuestas en la Exposición Misionera de Río de Janeiro.

Fotografía de la exposición del Congreso Eucarístico celebrado en Brasil en el año 1955. En ella aparece el P. Jesús Pardo junto a un indígena jamamadí. 

El carácter de fray Jesús impactó enseguida en la misión de Lábrea. Su modo de ser sonriente y amable, chistoso y dicharachero, los cautivó. Aprendió la lengua nativa enseguida y la hablaba con fluidez. Sabía tocar el órgano, seguramente gracias a las lecciones que le dio de niño su abuelo Gregorio Ojer, compositor y organista en su pueblo de Cárcar, y de este modo, junto al coro amenizaba las misas. Conversaba con los fieles en las homilías, cosa inusual hasta entonces, y la gente lo quería de modo espontáneo. Además, su “pastoral de los niños” evitaba la malnutrición de estos, y ellos lo veneraban.

El Padre Jesús Pardo al órgano rodeado del coro. Foto tomada del documental antes citado.

En el mes de julio de 1955, el obispo de Lábrea participaba en el Congreso Eucarístico que se celebraba en Río de Janeiro y allí debía presentar una exposición sobre las misiones. El párroco de Lábrea, Saturnino Fernández, lo acompañó para ayudarle. Como la población se quedaba sin sacerdote, el propio obispo le pidió a fray Jesús que fuera hasta Lábrea para suplir al párroco; conociendo su buena disposición y pericia le pidió además que pintara la catedral. Así lo hizo el obediente agustino. Además el propio fray Jesús organizó su particular congreso eucarístico local con una gran procesión en la que participó todo el pueblo. Era un 24 de julio del año 1955. Como colofón a la fiesta, al día siguiente, las monjas misioneras agustinas recoletas habían preparado una excursión, un día de campo en el que iban a participar niños y padres. Surcando en canoas el río Purús irían hasta una especie de playa que forma el propio río. Invitaron a ir al fraile carcarés pero él declinó la invitación porque debía dar los últimos toques a la pintura de la catedral. Las monjas y los niños insistieron y él finalmente aceptó y se fue con todos ellos. 

Catedral de Lábrea. Foto: agustinosrecoletos.org

Los niños se pusieron a jugar al fútbol y fray Jesús se unió al partido. En un momento dado el balón cayó al río y cinco de los niños se apresuraron a recogerlo. Era una zona donde el río cubría poco pero cerca había una poza donde las aguas formaban un remolino. El balón llegó hasta allá y los niños con él; enseguida fueron absorbidos por la fuerza del remolino y comenzaron a ahogarse. En un momento de confusión algunos padres se echaron al agua a por ellos y también desde alguna canoa trataban de rescatarlos. Uno de los niños llamado Francisco se iba alejando río abajo sin que nadie lo socorriera. Fray Jesús enseguida se dio cuenta y se tiró al agua cual estaba, vestido y calzado. Llevándolo a su espalda, y nadando unos 200 o 300 metros luchando contra el remolino y la corriente, puso a salvo al niño en una de las barcas. Esto supuso para fray Jesús  un gran esfuerzo ya que el peso de la ropa y los zapatos le frenaban, aún así, pudo echar mano de otros dos niños que luchaban por salir del remolino, uno de ellos era Agustín Pavea, testimonio todavía vivo; también a ellos los pudo rescatar y ponerlos a salvo acercándolos a la barca. Uno de estos niños estaba ya inconsciente por lo que los de la barca se apresuraron a llevarlo a la orilla para reanimarlo. De pronto se dieron cuenta de que fray Jesús, levantando el brazo, dejó de nadar. Fueron a por él y lo llevarlo a la orilla para tratar de reanimarlo. Inútil todo, un hilillo de sangre corría por la comisura de sus labios. Estaba muerto. Pero no había muerto ahogado sino que el sobreesfuerzo le había roto por dentro.  Literalmente había dado su vida por salvar la de los niños. 

Lugar donde reposan los restos de fray Jesús Pardo junto a un compañero agustino recoleto.

Él no tenía previsto acudir ese día a la excursión, pero aún así lo hizo para complacer a los niños y a las monjas. No tenía tampoco obligación de tirarse al agua ya que los padres estaban intentando rescatar a los niños, sin embargo, él lo hizo: “nadie iba en rescate de Francisco, y él (fray Jesús) no tenía obligación de ir a buscarlo pero él quiso ir a buscar a aquel a quien nadie estaba socorriendo” dirá después Agustín, uno de los niños rescatados por el fraile carcarés.

Un ejemplo heroico que quedó marcado en el corazón de aquellas gentes. Toda la ciudad de Lábrea en masa veló aquella noche el cadáver y lo acompañó después con velas en las manos hasta el cementerio donde reposa desde entonces.

Centro de Atención Ciudadana que lleva el nombre de Fray Jesús Pardo. 

Su recuerdo sigue en la memoria de todos los del lugar, y se le venera con gran devoción. El ayuntamiento de Lábrea puso su nombre al Centro de Atención Ciudadana; desde la Prelatura, un Centro Vocacional y un Centro Pastoral llevan su nombre. En Cárcar, su pueblo, la calle donde nació también lo lleva y sobre la fachada de su casa natal  una placa mantiene viva su memoria. El día en que se colocó dicha placa hubo también una celebración de acción de gracias por la vida del P. Pardo; un nutrido grupo de agustinos acudieron al evento. 

Placa que se encuentra en la calle Rvdo. P. Jesús Pardo en Cárcar, en la fachada de su casa natal. Foto: Gracia Sádaba Ciordia

A los niños de las escuelas se les vistió con motivos misionales; algunos de ellos todavía lo recuerdan. Uno de los poemas que se declamaron en el evento quedó memorizado por la niña que lo hizo, y esta, aunque ya no tan niña, todavía lo recuerda. Era Lucia García Mendoza. Decía así la primera estrofa:

Corazones infantiles,/dichoso pueblo de Cárcar,/por aquí pasó el misionero,/yo era su Ángel de la Guarda./Y le guardé en aquél trance,/pero el Señor lo llamaba./ Por aquél que se nos fue,/¿Cuántos irán de vanguardia?/¿Cuántos aquí, de su pueblo?/¿Cuántos de aquí, de Navarra?

Niña caracterizada para el día del homenaje en Cárcar al Padre Jesús Pardo

Los agustinos recoletos tienen recogida su vida y colgada en internet desde hace unos años, y recientemente se ha hecho también un excelente biopic (documental sobre él). En dicho documental quedan reflejados todos los detalles de su vida y muerte, todo ello  ambientado con abundantes fotografías.  Destaca  el testimonio de Agustín Paiva, uno de los niños rescatados por fray Jesús, que actualmente es médico en Manaos. Reconoce que le tiene gran devoción, y que tanto él como su familia le rezan como a una persona santa. Por su parte, monseñor Santiago Sánchez, agustino recoleto y actual obispo de la Prelatura de Lábrea, manifiesta que la edificante vida y muerte del P. Pardo marcó una nueva forma de evangelizar entre los agustinos recoletos.
Recomiendo vivamente visionar este video ya que es un excelente trabajo biográfico sobre el P. Pardo. 
Este es el enlace:
 https://www.youtube.com/watch?v=eciakc0qA7I

Dentro de cinco años se cumplirán cien años del nacimiento de este singular agustino recoleto carcarés. Sirva este pequeña semblanza como adelanto a su celebración. 

María Rosario López Oscoz. Noviembre 2021
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-https://www.agustinosrecoletos.org/old/es/reportajes.php?carpeta=200507&reportaje=elgol&id=00
-https://www.youtube.com/watch?v=eciakc0qA7I
-https://agustinosrecoletos.org/actualidad/14688/golazos-de-fray-jesus-pardo-en-el-brasil-de-1955
-familysearch.org
-LÓPEZ OSCOZ María Rosario. Lerín, Villa de Religiosos (Julián y Carmelo Cruz). e.a. 2012.
https://www.academia.edu/2242163/Financing_of_the_Cultural_Activities_by_the_Public_Authorities_Case_of_Poland





viernes, 8 de octubre de 2021

FAUSTINO DÍAZ DE RADA, catedrático, pionero en el estudio y análisis de la radiactividad.

 



Los primeros estudios y observaciones que se hicieron en España sobre la radiactividad los inició un catedrático de Mecánica Química llamado José Muñoz del Castillo, creando en 1904 el primer laboratorio español de radiactividad, adjunto a  la Universidad Central (hoy Complutense); más tarde, en 1910, pasaría a ser ya instituto independiente ubicándose en la madrileña calle Amaniel. El máximo colaborador en ese instituto, vicedirector en sus inicios, y posterior continuador como director de la labor de Muñoz del Castillo sería un carcarés, su nombre: Faustino Díaz de Rada Ruiz. A pesar de ser Faustino personaje tan importante y precursor en tan pionera disciplina, inexplicablemente, no existe una biografía escrita sobre él. Por eso, valiéndome de notas, reseñas y algunos artículos en los que aparece citado, voy a tratar de solventar esta carencia.

Faustino Díaz de Rada. Foto cedida por la familia Adrados-Serrano

FAUSTINO DÍAZ DE RADA RUÍZ nace en Cárcar el día 15 de febrero del año 1881; dos días más tarde es bautizado en su iglesia parroquial de San Miguel Arcángel. Era hijo de Andrés Díaz de Rada Pagola y Juana Ruiz Pascual. Andrés y Juana se habían casado en Cárcar el día 1 de junio del año 1874 y fruto de este matrimonio nacieron siete hijos: Félix, Máxima, Juan Cruz, Eufrasia, Faustino, Julián, y una niña que en 1877 murió al nacer, entre el primero y el tercero de los hijos. Los abuelos paternos se llamaban Cenón y Gregoria y los maternos, Javier y Catalina.

De entre ellos, Félix, estudió Farmacia en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central, entre los años 1893-96, y puso un establecimiento de farmacia en su pueblo de Cárcar, que más tarde continuaría su hija Clotilde; Faustino, por su parte, hizo el bachiller en Logroño y lo terminó el día 3 de septiembre del año 1900, expidiéndosele el título el día 24 de enero del año siguiente. De Logroño se traslada a la capital maña donde ingresa en la Facultad de Químicas de la Universidad de Zaragoza. Sin una mancha en su expediente académico hizo los cuatro cursos correspondientes en las materias habituales: Análisis Matemático, Geometría Métrica, Química General y Mineralogía y Botánica, en el primer curso; Análisis Matemático de segundo, Geometría Analítica, Física General, Cristalografía y Dibujo Geométrico, en el segundo; Zoología General, (matrícula de honor), Elementos de Cálculo Infinitesimal y Química Inorgánica en el tercero, y Cosmografía y Física del Globo, Química Orgánica y Análisis Químico General, en el cuarto y último curso, que acabó con excelentes notas: un notable y dos sobresalientes.  Tras superar los exámenes sin obstáculos, obtiene la licenciatura en Ciencias, sección Químicas, el día 7 de junio el año 1904 en documento firmado por Francisco Velasco como secretario general, y Ángel de Castro en su calidad de jefe de negociado de dicha facultad.

Del expediente académico de Faustino. Foto: Archivo Universidad de Zaragoza

Ese mismo año se traslada Faustino a Madrid con su título de licenciado en Químicas debajo del brazo y se dispone a iniciar el doctorado en la Universidad Central, cosa que obtiene en el año 1908 con una tesis titulada: “Contribución de la radiactividad al Análisis Químico”. Discípulo del catedrático de Mecánica Química y Química Inorgánica, José Muñoz del Castillo, será este quien le influya y anime a participar en su proyecto en el primer laboratorio de radiactividad creado por él en la Facultad de Químicas de esta universidad madrileña. Muñoz del Castillo, que reclutaba de entre sus alumnos a la mayor parte del personal para atender al Instituto de radiactividad, le da a Faustino el cargo de vicedirector y preparador químico. Esto era el año 1910.

José Muñoz del Castillo. Foto: Revista de Investigación y Ciencia. Año 2009. Nº 394

Díaz de Rada recibe ese año una beca de la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE). Esta beca tenía como objetivo realizar varias estancias de formación; primeramente iría el laboratorio químico parisino de Charles Moureau, después a Londres, donde conectaría con William Ramsay y en Manchester recibiría formación en el laboratorio de Ernest Rutherford, -Charles Moureau era profesor de química de la Escuela Superior de Farmacia de París y miembro de las Academias de Ciencias y Medicina, William Ramsay, químico británico nacido en Glasgow que recibió el premio nobel de química en 1904, y Ernest Rutherford fue el descubridor del gas radón y se le considera el padre de la física nuclear. En resumen, la flor y nata del momento en estas disciplinas-. Díaz de Rada pospuso un año su marcha por la necesidad de atender los asuntos del Instituto; cuando quiso hacer la beca la redujo solo a la estancia en el laboratorio de Charles Moureau en París, asistiendo no obstante también a los cursos que Marie Curie impartía en la Sorbona.

El Instituto Español de Radiactividad -funcionando ya de modo independiente- fue uno de los primeros en constituirse en Europa (el primer Instituto del radio se creó en Viena en el año 1908 y los de París y Londres en 1909), y consiguió importantes recursos materiales y humanos para llevar a cabo sus propias vías de investigación. Muñoz del Castillo y su equipo centraron si interés inicial en el estudio de la radiactividad de las aguas minerales. Esto ayudó a los hidrólogos médicos a dar publicidad a balnearios y manantiales, lo que favoreció a crear un vínculo entre estos y el Instituto. Desde 1908, dependiendo todavía de la Facultad de Químicas de la Universidad Central, el Instituto ya publicaba su propio Boletín, o revista de divulgación científica. Faustino realizó multitud de análisis a las aguas de muchos manantiales que plasmó en abundantes monografías. Los datos se acumulaban junto con los del resto de colaboradores y todos ellos sirvieron para trazar un primer mapa de zonas radiactivas españolas.

Faustino trabajando en el laboratorio. Foto: Revista de Investigación y Ciencia. Año 2009. Nº 394

Y así, Díaz de Rada estudio detenidamente las aguas de los manantiales de La Toja (Pontevedra), Sobrón y Soportilla (Álava), Los Barrancos de Valdemorillo (Madrid), Valdequillas, también en Madrid, Baños de la Parrilla (Cáceres), Trillo (Guadalajara), entre otros muchos, publicando también en la revista del Instituto un sinfín de artículos: 
-“Los gases raros y la Radiactividad en las aguas minerales españolas” 
-“Determinación de la solubridad de varios ferrocianuros en mezclas hidroalcohólicas (1929)
- “Reactivos de precipitación de gran sensibilidad para el ión sodio: Algunas diferenciaciones y separaciones en el grupo de los metales alcalinos y alcalinos-térreos (1926)
- Determinaciones volumétricas directas del potasio y el sodio aplicables a otros metales alcalinos y alcalinos-térreos (1928)
“Sobre la determinación de la radiactividad media de las muestras-tipos para las medidas rápidas de la actividad del conjunto en el caso de los abonos radiactivos”
-y “Los gases raros y la Radiactividad en las aguas minerales españolas”, serían solo una muestra.

El estudio sobre el manantial de Los Barrancos de Valdemorillo lo hizo Faustino en el año 1923, recién nombrado director del Instituto tras jubilarse Muñoz del Castillo; en él, el químico carcarés afirma que las aguas de dicho manantial presenta unos valores de emanación rádica (gas radón) muy por encima del resto de los muchos manantiales españoles estudiados;  y añade: “que la más activa de las aguas francesas posee menos de una quinta parte de emanación que la que nos ocupa”.

Firma de Faustino en su expediente académico.

A partir de 1911, al adquirir el Instituto de estatus propio y contar con nuevos recursos y subvenciones, se pudo establecer una nueva línea de investigación centrada también en la radioagricultura y los efectos de la radiactividad en el crecimiento de las plantas, creándose las bases para la futura certificación de abonos radiactivos.

 El Instituto, y particularmente tanto Muñoz del Castillo como  Díaz de Rada, mantuvieron activo contacto con los laboratorios Curie, y especialmente con Marie Curie (Pierre Curie, ya había fallecido en el año 1906). En 1919 Madame Curie visitó por primera vez España. Vino acompañada de su hija Irene, también científica, con objeto de asistir al Primer Congreso Nacional de Medicina. Acudía como invitada de honor. La famosa científica y doble premio nobel, aprovechó para visitar el Instituto Español de Radiactividad donde fue recibida por Muñoz del Castillo y Díaz de Rada, en calidad de sus máximos representantes. Meses después, en reconocimiento por su apoyo y colaboración, el Instituto Español de Radiactividad nombró a Marie Curie su directora honoraria.

 

Marie Curie. Imagen: Mujeres en la Historia. com

Faustino trabajó con ahínco no solo en el Instituto, sino impartiendo abundantes cursos y conferencias como catedrático, especialmente en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central. Las conferencias eran emitidas a través de U. Radio; en una de ellas, Díaz de Rada decía lo siguiente: “como quiera que la desintegración de los cuerpos activos se verifica con sujeción a leyes fijas e independientes en absoluto de cuantos agentes el hombre puede poner en juego, resulta que no podemos disponer de esa inmensa energía que la materia encierra; encontrándonos ante ella como estaría un sediento ante un depósito enorme de agua, que solo dejara escapar alguna ligera gota por un diminuto orificio que, por otra parte, a él no le fuera dable agrandar”. No obstante vaticinaba que si se pudiera disponer de ella: “tal hecho sería el más culminante, el que mayor revolución produjera en la Humanidad, pues, si bien se mira, todas sus luchas y toda su actividad se reducen, en el fondo, a la adquisición y utilización de la energía”. Apuntaba incluso el interés del estudio de la radiactividad para su aplicación en geología, en cuanto a que proporcionaría la solución al cálculo de la edad de la Tierra, resolviendo un problema hasta ahora irresoluble.

 En el año 1927 Faustino viajó a París formando parte de una comisión gubernamental; iba acompañado entre otros de José Giral y el Rector de la Universidad Central y acudían representando a España en los actos conmemorativos del centenario del nacimiento de Marcellin Berthelot, famoso químico e historiador francés.

 A la muerte de Muñoz del Castillo, ocurrida en 1926, Faustino tomó las riendas del Instituto Español de Radiactividad como director, pero un cúmulo de cosas hizo que a partir de ese comento comenzase el lento declive del mismo, hasta llegar a su total desaparición, años más tarde. La falta de subvenciones al faltar Muñoz, que como político las favorecía, las convulsiones políticas, los cambios de régimen, unido al propio interés de Díaz de Rada por dedicar más tiempo a su especialidad en el análisis de las aguas y los sus asuntos académicos que le ocupaban como catedrático de Química que era en la Universidad Central colaboraron a ello.

Electroscopio Elster y Geitel. Fuente y foto: museo virtual del CSIC. Este es un aparato que procede del Instituto de Radiactividad que dirigieron José Muñoz del Catillo y Faustino Díaz de Rada y que utilizaban para sus estudios de medición. Este en concreto servía para medir la radiactividad de líquidos y gases. Data del año 1900 y se construyó en Francia. Se encuentra actualmente expuesto en el Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información Leonardo Torres Quevedo (ITEFI).

En su vida personal, Faustino se había casado con una joven natural de Aldeanueva de Ebro, población riojana no muy distante de su Cárcar natal. La joven se llamaba Clotilde Serrano. Al llegar el momento de la jubilación el matrimonio se asentó en este pueblo y aquí se quedaron a vivir hasta su muerte. Fueron no obstante numerosas las visitas que Faustino realizó a Cárcar con objeto de ver a sus familiares; su presencia, su prestancia y el halo de personaje importante que lo envolvía era notorio y no pasaba inadvertido entre sus paisanos.

Fachada del antiguo cine Rada de Aldeanueva. Foto: I. García Prado. Aldeanueva de Ebro, una villa en la Rioja Baja.

Su esposa aportó al matrimonio abundante patrimonio. En Aldeanueva poseían entre otras cosas una bodega vinícola que con el tiempo se vendió a Bodegas Gurpegui; juntos, y con su aportación, colaboraron en el desarrollo del pueblo, promoviendo mejoras y cedieron terrenos para fines comunes. También fundaron un local de proyección de cine (Cine Rada). El pueblo en agradecimiento les dedicó sendas calles; ahí están en el callejero de Aldeanueva de Ebro la Calle Díaz de Rada y la calle Clotilde Serrano para recuerdo de las siguientes generaciones.


Don Faustino (en el centro de la foto con bigote blanco) en el salón de las "Operarias Parroquiales" de Aldeanueva de Ebro, colectivo al que favoreció cediendo terrenos propios para la construcción del edificio que albergó dicha sociedad. Foto cedida por Ángel Fernández, alcalde de Aldeanueva.

 

Funeral de don Faustino. Foto facilitada por el alcalde de Aldeanueva Ángel Fernández.

 Faustino, don Faustino, como todos le llamaban normalmente, murió en esta población en noviembre del año 1956. Dos impresionantes fotografías se conservan del día de su funeral -gentileza del actual alcalde de la localidad riojana-; se celebró en la iglesia de San Bartolomé de Aldeanueva de Ebro el día 18 de noviembre. Fue un entierro multitudinario y lluvioso. Abundantes paraguas resguardaban a la comitiva que acompañaba al féretro, que portado por seis hombres era conducido hasta la iglesia. Un nutrido grupo de niñas vestidas cual cándidos angelitos, acompañadas, vestida de igual modo, por una señora más mayor,  rodean la caja mortuoria llevando algunas de ellas las cintas que pendían del ataúd. Dentro del templo, otra foto permite conocer cómo eran unas exequias pre-conciliares de estas características; en el centro de la iglesia destaca el soberbio catafalco sobre el que depositaron el cuerpo del insigne científico, recogiendo el momento de la inciensación sobre la mesa del altar. Ambas fotografías son merecedoras de un detallado estudio etnográfico.

 Funeral de don Faustino. Interior del templo. Foto: I. García Prado. Aldeanueva de Ebro, una villa en la Rioja Baja.

La casa donde habitó el matrimonio Díaz de Rada-Serrano, situada junto al atrio de la iglesia, continúa en pie y el recuerdo de ambos perdura especialmente a través del callejero municipal. En Cárcar, sin embargo, pocos saben de la trayectoria de este insigne personaje, que en este mismo año se cumple el ciento cuarenta aniversario de su nacimiento.

Tras el cierre del madrileño Instituto de Radiactividad que dirigió Díaz de Rada, y en el que se dejó buena parte de su vida, los estudios sobre radiactividad y energía nuclear volvieron más tarde a resurgir en España con nuevos bríos, y otro destacado carcarés ha brillado en este campo también con luz propia: Anastasio Rubio Arróniz, recientemente jubilado como Jefe de Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica del Complejo Hospitalario de Navarra,  que durante el ejercicio de su profesión ha estudiado y aplicado con precisión los tratamientos oncológicos de numerosos pacientes navarros a lo largo de su carrera profesional. 

Que siga pues Cárcar brillando a través de sus hijos, ofreciendo sus dotes y conocimientos en favor de la comunidad científica y para el bien común.

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Investigación y redacción: María Rosario López Oscoz

Octubre de 2021

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Quiero agradecer a María Elisa Adrados por facilitarme la fotografía de portada que acompaña al artículo, y al alcalde de Aldeanueva de Ebro, Ángel Fernández Calvo, por la del día del funeral de Faustino mientras es llevado a hombros; así como a Agustín Garnica por las gestiones realizadas para conseguir el expediente académico del científico.

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Fuentes:

-Archivo documental facultad de Químicas de la Universidad de Zaragoza. Expediente académico de Faustino Díaz de Rada.

-ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 34.2 (2016): 151-166 Historia y epistemología http://dx.doi.org/10.5565/rev/ensciencias.1905 ISSN (impreso): 0212-4521 / ISSN (digital): 2174-6486

-Familysearch.org

-FERNÁNDEZ DE BOBADILLA Vicente. Revista Alfa.  Revista de seguridad nuclear y protección radiológica Consejo de Seguridad Nuclear Número 31/ 2016 ciencia con nombre propio. Pag. 55

-GARCÍA PRADO I. Aldeanueva de Ebro. Una villa de la Rioja Baja.

-GONZALEZ CLOUTÉ José María, GONZALEZ GIL María Isabel y SOMOZA RODRIGUEZ Miguel. El Imaginario Social de la energía Atómica en los manuales escolares españoles de Física y Química. Pag. 155.

-HERNÁN CORBACHO Néstor. Aguas, Semillas y radiaciones: el laboratorio de radiactividad de la Universidad de Madrid (1904-1929). Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid. 2008. Pag. 118.

-HERNÁN CORBACHO Néstor. Centro de Historia de la Ciencia (CEHIC) Universidad Autónoma de Barcelona.

-MORALES GUILLÉN Millán. Influencia de los centros europeos en la ciencia española.

-Museo Virtual del CSIC.

-Portal de Archivos Españoles. Ministerio de Educación y Cultura.

-PRADO J.G., Aldeanueva de Ebro – Una villa en la Rioja Baja. Año 1953.

-REVISTA DE INVESTIGACIÓN Y CIENCIA. JULIO DE 2009. Nº 394 “Los inicios de la radiactividad en España El primer laboratorio español de radiactividad”. 

-VICUÑA Javier. “Notas etnográficas de Adeanueva de Ebro.

-WorldCat Identities http://www.worldcat.org/identities/viaf-169707179/

-https://www.uab.cat/web/detalle-noticia/una-historia-de-la-radioactividad-en-espana-1345680342040.html?articleId=1096482698064

 

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martes, 14 de septiembre de 2021

LA MUJER DEL CORREGIDOR

 

Grabados de nobles españoles en el siglo XVIII. Laurence Shand

Los personajes que conforman este artículo lo componen un matrimonio que vivió a caballo entre los siglos XVIII y XIX.  Él era de Viana y ella de Cárcar, ambas poblaciones navarras. A pesar de que el protagonista fue el marido, como era lo habitual, de algún modo ella, en su calidad de ser la esposa de quien era, también lo fue, ya que tuvo que mostrarse y dejarse ver en muchas ocasiones por cuestiones de protocolo, acompañando a su marido por los distintos lugares de España donde éste trabajó,  y exponer su palmito luciendo mantilla y peineta en no pocas ocasiones,  en recepciones, fiestas y acontecimientos religiosos. En la dilatada vida de este matrimonio pasaron por sus ojos los reyes Carlos III, Carlos IV, Fernando VII y José I Bonaparte, y a más de uno lo llegaron a tener a tiro de reverencia.

La que he denominado "mujer del corregidor" era Juana María Martínez y Pagola, una carcaresa que había nacido en esta localidad el día 18 de mayo del año 1747. Era hija de Josef Martínez y Melchora Pagola y formaban parte de una conocida familia local de hidalgos. Juana María sería una más de los Martínez de Cárcar, que con tanta profusión vienen apareciendo en este blog dada la estela que dejaron; por la parte del apellido Pagola, con una larga trayectoria de licenciados y letrados. 

Juana María se casa en su pueblo de Cárcar en julio del año 1774, con un joven natural de Viana (abogado del Consejo Real, para más señas), llamado, Mateo de Lezaeta y Zúñiga, que había sido bautizado en la iglesia de Santa María de Viana el 23 de septiembre de 1740 a los tres días de nacer; este jurista era hijo de Martín de Lezaeta y Marticorena y Ana María de Zúñiga, ambos naturales también de Viana. Martín, el padre, era, entre otras cosas, síndico del convento de San Francisco de dicha ciudad de Viana.

Enseguida de casarse, Mateo y Juana María se trasladan a vivir a Viana, donde se velan en su iglesia de Santa María de la Asunción el día 19 de ese mismo mes. En Viana nacerán sus dos primeros hijos, Joaquín Manuel Víctor (Viana, 12-4-1775) y Eleuteria Sotera Martina (Viana, 18-4-1776). Joaquín seguirá la estela de su padre ya que según se desprende del libro: Reflexiones sobre la Justicia en Europa Hacia la 1ª mitad del siglo XIX (Alicante 2010), escrito por José Antonio Pérez Juan, e Ignacio Czeguihn, Joaquín era en 1820 doctor en Derecho Civil, vecino y propietario en Zamora; y, además, juez decano de la Junta Criminal (Los Españoles y José I. La Imagen de un Rey /A.J. Piquieres Diez. 2015). 

Otros hijos que nacieron después serán de más difícil localización. Uno de ellos, llamado Mateo como su padre, fue médico cirujano en Segovia: "El día 30 de abril de 1801, el cirujano Mateo de Lezaeta tuvo que asistir a Francisca Pérez, vecina de San Millán, casada que se hallaba herida en la cabeza con gran efusión de sangre..." (El Adelantado.com. Segovia, los malos tratos y la violencia sobre las personas).
 

Alcaldes y corregidores en el siglo XVIII. Foto: protocoloconcorse.es

No permanecerá la familia Lezaeta-Martínez mucho tiempo en Viana ya que Mateo emprenderá enseguida una carrera meteórica por distintos puntos de España.
 
En el año 1786 el vianés es elegido alcalde de la localidad de Frenegal  de la Sierra, provincia de Badajoz. En 1790 alcalde mayor de Yecla, Murcia. En  1793 consta como “Alcalde Mayor de Su Majestad y Corregimiento interino de la ciudad de Valladolid”, y cuatro años más tarde es nombrado por méritos Corregidor de Segovia. Al año siguiente (1798), se le ve como Regidor perpetuo de la ciudad de Ávila,  continuando al mismo tiempo como “Corregidor y Capitán a Guerra de S. M. de la ciudad de Segovia y su tierra”.
 
esotrahistoria8blogspot

La figura del corregidor era la de un funcionario real que atendía a varios emplazamientos y constituía el nexo entre el poder territorial y el rey. Sería como un comisario real itinerante que gestionaba todo lo relacionado con la economía y administración de los municipios y validando como juez las decisiones que se tomaban. Además de presidir los ayuntamientos y administrar justicia, entre sus funciones estaba también la de promover y ejecutaba obras públicas, mantener el orden y la salubridad del lugar, garantizar el abasto, establecer el justi-precio, verificando pesas y medidas, evitar el contrabando y guardar en todo el pundonor en el comercio y en toda clase de estamentos locales. Un puesto pues de mucha responsabilidad pero, sobre todo, de mucha autoridad. Era un cargo que debía asistir al rey en tiempo de paz pero también en épocas de guerra.  
 
Uno de tantos documentos donde aparece Mateo Lezaeta. Omnia.ie

Mateo de Lezaeta, en su calidad de corregidor, era también en Segovia Subdelegado de la Comisión de Pósitos. Al año siguiente consta además como Oidor Honorario de la Real Chancilleria de Valladolid, aunque será en Segovia donde permanezca más tiempo, ya que todavía se encuentra registrado en la “Guía de forasteros en Madrid” como corregidor en el año 1801 y seguirá en ese cargo también durante los años de la francesada. El nombre de Mateo de Lezaeta aparece escrito en abundantes documentos ya que por su cargo se vio envuelto en litigios de todo tipo. Por su condición de abogado los pleitos se le acumulaban ya desde sus primeros años de matrimonio, ligado también a personas de su familia de sangre y también a la de su mujer. En el año 1776 se querella desde Viana con sus cuñados de Cárcar Fermín Pagola y María Melchora Martínez:
 "Mateo de Lezaeta y Zuñiga, abogado del Consejo Real, y Juana Maria Martinez, su mujer, vecinos de Viana, contra Fermin Pagola, abogado de las Audiencias Reales, y Maria Melchora Martinez, su mujer, vecinos de Carcar, sobre apelacion de sentencia arbitraria relativa a particion de los bienes y herencia de Pablo Martinez, presbítero, y Jose Martinez, hermanos, vecinos de Carcar”. (AGN)

En el año 1798, Lezaeta, en su calidad de corregidor, propone al Consejo de Castilla la construcción de un Coliseo (teatro). La petición estaba ampliamente fundamentada y aprobada por el Ayuntamiento, pero los altos estamentos no concedieron el permiso. 

En el año 1800, continúa haciendo trámites: "Diligencias practicadas por don Mateo de Lezaeta y Zúñiga, del Consejo de Su Majestad, oidor honorario de la Real Audiencia y Chancillería de la ciudad de Valladolid, Corregidor de la ciudad de Segovia y su partido, para averiguar las causas de la rotura de un andamio colocado en la casa que habita don Andrés de Bartolomé, del comercio, situada en la calle Real de dicha ciudad y de la que resultó gravemente herido José Pérez, soltero, oficial albañil, orador a la parroquia de San Esteban. Rotura que tuvo lugar entre 9 y 10 de la mañana del 15-7-1800"

Siendo Lezaeta todavía corregidor de la ciudad de Segovia, Agustín Ricote, que era a su vez regidor en dicha ciudad,  dirige en 1803 una carta al rey Carlos IV explicándole la problemática que estaba afectando al Acueducto y la conveniencia de demoler  las casas que se habían hecho en su día contiguas a este. Es muy claro Ricote en la exposición:  “que mirando su patriotismo tan cercano á la ruina del acueducto  de esta ciudad monumento cuya antigüedad v magnificencia lleva el nombre de Segovia por Europa toda, viendo que la utilidad de su subsistencia puede verse frustrada, propuso en uno de los ayuntamientos celebrados el mes ultimo pasado, que debían tasarse todas las casas que la ignorancia y el mal gusto pegó reformadamente á los altos y gruesos machones que sostienen las hermosas arcadas de este edificio”. Continúa más adelante: Ha logrado pues el suplicante, no sin ímprobo trabajo, ver concluida la tasación de todas las casas, pero teme que si su proyecto no va apoyado por la respetable autoridad de V. M., no cesarán á cada paso aquella dificultades que nunca dejan de oponer á las buenas ideas la envidia y la emulación de los que no fueron inventores del plan para entorpecer los benéficos fines de un ingenio activo y amante de su patria”. 

Para llevar a cabo la encomienda propone que sea el propio corregidor, a la sazón Mateo de Lezaeta, quien lo lleve a cabo por haberse visto involucrado en ello en anteriores ocasiones: “Vuestro corregidor actual d. Mateo de Lezaeta y Zuñiga, infatigable por el bien público, a quien debe Segovia su actual orden y policía, preservó en el año 1799 de la ruina la mejor parte del acueducto con sus providencias contra un vecino que incauta y maliciosamente deshizo las últimas piedras del cimiento de los dos machones que sostiene las dos más altas arcadas de él”.

Estado del Acueducto a principios del siglo XIX. Grabado de Francois Ligier. Segovia y Matemáticas

Las pautas de actuación que propone Ricote son claras: comprar todas las casas: “Tomadas pues todas las casas que afean y perjudican el acueducto será fácil demolerlas, pagando antes a sus dueños el justo valor de ellas”.  Una tasación previa de los edificios (cuarenta y uno, entre casas y corrales) alcanzaba la cifra de 199.522 reales de vellón, y propone que en su lugar se construyan en zona cercana otras casas similares que no afecten al acueducto y por fin se pueda abrir una calle nueva “y bajo los auspicios de este ilustrado y benéfico gobierno de S.M. se deje ver a los ojos del extranjero observador este hermoso monumento de la antigüedad libre de los borrones con que el mal gusto pudo oscurecerle y para que con seguridad se perpetúe la felicidad del pueblo, por ser este acueducto el canal por donde recibe su aguas esta ciudad”. Por ello: “Suplica a V. M. se digne adoptar el medio más a propósito de los propuestos, encargando esta importante comisión al referido D. Mateo Lezaeta y Zúñiga; y para asegurar el éxito, expedir su real decreto mandando permanezca en este corregimiento dando parte a V. M. de cuanto fuera ejecutando. Segovia y Octubre 15 de 1803= ALRP. De V.M.=Agustín Ricote”.

Sin embargo, la obra que proponía Ricote no se pudo hacer en el tiempo previsto, ya que, según asegura Andrés Gómez de Somorrostro, “El señor corregidor de que trata esta representación cesó en sus funciones y S.M. no tomó resolución hasta el año 1806 en que despejó el acueducto de tales estorbos”. Por tanto, a pesar de ser propuesto, por muy poco no fue Mateo de Lezaeta quien llevó a cabo tan importante obra. Fue la demora del rey quien lo estorbó.

Gracias a Mateo de Lezaeta y a otros personajes como él, el Acueducto de Segovia y otros monumentos antiguos se han conservado a lo largo de los siglos para poder seguir admirándolos en nuestros días.

En el año 1809 (en plena Guerra de la Independencia) Mateo de Lezaeta era todavía Regidor perpetuo de Ávila. A partir de ese año ya no he vuelto a encontrar nada más de él. En ese momento tenía Mateo ya sesenta y nueve años.
 
Es bastante probable que Mateo y Juana María se hicieran con la herencia de la familia de esta, ya que eran ellos los que se encargaban de pagar cada año religiosamente las misas de aniversario que se decían en la parroquia de Cárcar, en sufragio por los padres de esta.
 
Una vida nada sencilla la de los Lezaeta-Martínez. Serían de ver las cartas que Juana María enviaba a Cárcar contando a sus allegados los trasiegos de su interesante vida. Lástima que no se conserve esa correspondencia.
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Investigación y redacción: María Rosario López Oscoz
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Fuentes:
-Archivos PARES.
-CZEGUIHN Ignacio, PÉREZ JUAN José Antonio (coordinadores). Reflexiones sobre la Justicia en Europa hacia la mitad del Siglo XIX. Alicante. 2010. Pag. 45.
-https:/es.wikipedia.org/wiki/Corregidor

-GOMÉZ DE SOMORROSTRO, Andrés. El acueducto y otras antigüedades de Segovia. 1820. Pag. 226-27 https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/consulta/registro.cmd?id=1450
-Guía de forasteros en Madrid
- https://www.eladelantado.com/segovia/el-devenir-en-el-tiempo-del-teatro-en-segovia/
https://www.eladelantado.com/segovia/los-malos-tratos-y-la-violencia-sobre-las-personas/
-Libro de aniversarios parroquia de Cárcar
-Libros sacramentales de la ciudad de Viana
-Mercurio Histórico y Político.
- MOSÁCULA MARÍA Francisco Javier.
-navarra.es
-PIQUIERES DIEZ A.J. Los Españoles y José I. La Imagen de un Rey. Año 2015.