martes, 18 de octubre de 2022

JOSEPH ARBIZU Y BRABO Y LA CAJA DEL ÓRGANO DE LA IGLESIA

Detalle de la caja del órgano, obra de Joseph Arbizu. Foto: Charo López

Cuando entras en la iglesia San Miguel de Cárcar, ¿has pensado alguna vez en quien pudo haber hecho la gran puerta de cancela que vemos al franquear la primera puerta de entrada, y que se abre de par en par en días solemnes de procesión y en la celebración de los funerales?  ¿O quién sería el que talló la bonita caja barroca del órgano que puede admirarse a poco que eleves la vista sobre la propia puerta? Pues estas preguntas no solo tienen respuesta sino también un nombre: Joseph de Arbizu y Brabo.

Joseph Arbizu era hijo de Francisco Arbizu López y Bernabela Brabo Sádaba. Todos habían nacido en Cárcar; Francisco, el padre, lo hace en el año 1682, la madre, en 1692 y Joseph, el día 16 de marzo del año 1716.

Bien pudo Joseph haber aprendido el oficio de carpintero de la mano su padre, o quizá en algún taller local, pero el caso es que tomó tal destreza que sus obras han traspasado el tiempo y su legado todavía perdura, conservándose en aceptables condiciones, a pesar de que en el caso del órgano, éste no suene desde hace décadas y le falte toda la trompetería horizontal. 

El órgano en su estado actual. Debajo la puerta de cancela. Foto: Charo López

La caja del órgano venía a acoger el importante instrumento que estaba haciendo el gran organero lerinés Joseph de Mañeru y Ximenez, considerado en la zona como uno de los artesanos más prestigiosos de la época en esta disciplina.
  
Interior de la iglesia de San Miguel de Cárcar visto desde el coro. Foto: Charo López

Cuando el cabildo de la iglesia de Cárcar consideró la necesidad de hacer un órgano nuevo se estaba remodelando toda esa zona de la parte de atrás del templo y quisieron dotarla de un empaque acorde con el monumental edificio, especialmente con el retablo mayor de estilo barroco churrigueresco que había hecho recientemente José de San Juan (Sanjuanillo), y que remató en 1755 el arquitecto carcarés Tomás de Puelles ya que San Juan no lo concluía. Firmó por tanto el cabido con dos tallistas de renombre para que hicieran la sillería del coro y el facistol, y con el ebanista local Joseph de Arbizu y Brabo para el caso de la caja del órgano y la puerta de cancela. 

Puerta de cancela, obra de Joseph de Arbizu. Foto: Charo López

Los tallistas serían los escultores Julián Martínez, natural de Calahorra, y Francisco Bussou, un francés nacido en Meirac y afincado también en Calahorra. La sillería que tallaron resultó un primor de obra y Arbizu se esmeró de tal modo con la suya que no desmereció para nada con la de los anteriores. Fue Diego de Camporredondo, famoso retablista, escultor y tracista calahorrano, quien revisó  la obra en el año 1766 quedando el conjunto listo para su uso. La solemne bendición y estreno de las obras se haría con gran ceremonia pues no era para menos. El cabildo se sentaría a partir de ahora en los nuevos sitiales para rezar los oficios y el órgano sonaría por fin a gloria a manos de reputados organeros que se disputaron el cargo a lo largo de los años. 

Sillería del coro y facistol. Obra de Fco. Bussou y Fco. Martínez. Foto: Charo López

La sillería vista desde otro ángulo. Foto: Charo López

Hoy en día el órgano es una rareza y una joya que nadie discute; sin embargo sigue mudo, y es por eso que me surge una pregunta, ¿después de tanto esfuerzo empleado en aquellos años por conseguir ese valioso órgano para la parroquia, no seremos capaces doscientos cincuenta  y tantos años después de hacer nada por recuperarlo?

Otra vista en detalle del trabajo de ebanistería del órgano de la San Miguel de Cárcar. Foto: Charo López

Muchas otras obras dejó hechas Joseph de Arbizu, que todavía no están catalogadas, a la espera de nuevas investigaciones; y hubo también otras que le arrebataron, como el retablo de la ermita de la Virgen de Gracia de este mismo pueblo, que disputó con su cuñado el ya nombrado Tomás de Puelles, quedándosela este al ganar la puja.

Retablo de la ermita de Nuestra Señora de Gracia en Cárcar, obra del carcarés Tomás Martínez de Puelles. Foto: Charo López

Joseph de Arbizu tuvo descendencia y uno de sus hijos, Ildefonso, aún superó en importancia a su padre. Pero eso lo explicaré ya en otra entrada de este blog. 
 
Y ahora, cuando alguien pregunte al visitar la iglesia de Cárcar sobre estos extremos podremos dar cumplida respuesta. 

María Rosario López Oscoz
Octubre 2022