Eugenio fue uno de los muchos sacerdotes que salieron de Cárcar para hacer la misión, eligiendo el carisma de San Vicente de Paúl. Nació un 25 de agosto del año 1930 y empezó su educación en el colegio de su pueblo observando con asombro, desde su visión infantil, los avatares de la guerra civil. Ya en tiempos de posguerra, e intuyendo cierta vocación religiosa, se trasladó a Pamplona al seminario de los Padres Paúles, dejando en Carcar a sus padres, Santiago Sádaba Brún y Joaquina Sádaba Hernández y a sus seis hermanos, Serapio, Pilar, Remedos, Corpus, Esteban y Carmen.
Alto y enjuto de cuerpo, de esa etapa de estudiante en Pamplona se sabe que prestó sus manos como modelo para emular a las del fundador, San Vicente de Paúl, que quedaron plasmadas en las paredes de la parroquia de La Milagrosa. Así lo dejará dicho en 2013 el P. Martiniano León: “¡Que no se sentían orgullosos los Sádaba cuando llegaban al Seminario y verificaban que las manos del san Vicente niño, que repartía harina a los pobres, dibujado en una de paredes de la Iglesia «La Milagrosa» eran las manos de su hijo seminarista!”.
Continuando su formación, en septiembre de 1947 y con diecisiete años se trasladó a Madrid al Seminario de los Paúles de Hortaleza, donde recibe la educación específica para el discernimiento vocacional, tan abundante en aquella época. Aunque no todos perseveraban, él lo hizo, y aquí hará los tres cursos de Filosofía, entre los años 1948 y 1951.
Terminados estos se traslada a Cuenca para cursar los otros tres de Teología y es ordenado sacerdote el 12 de septiembre de 1945 en la Basílica de la Milagrosa de Madrid, de manos de Monseñor Emilio Lissón Chávez, obispo peruano de su congregación con fama de santo. A todo este aprendizaje aún añadió Eugenio un curso más de Teología y Pastoral que hizo en Londres entre los años 1954-55.
Terminada su formación eclesiástica esperó su destino a caballo entre las casas de San Pedro de Madrid y Teruel; en el año 1956 le llegó el permiso de emigración para ir a Puerto Rico a la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria y San Matías Apóstol de Manatí. Esta iglesia es un hermoso edificio del siglo XVIII y ha sido declarada Monumento Histórico Nacional.
Recuerdo de 1958 donde figura entre otros el P. Sádaba
Estuvo en Manatí cuatro años como vicario parroquial; en este período le tocó predicar tandas de misión, como se ve en la fotografía de 1958. En 1960 fue nombrado párroco de la misma, cargo que desempeñó por un período de seis años. En el trienio de 1961 a 1964 fue también ecónomo provincial, y le tocó bregar, no solo en el aspecto material, sino que sobre sus espaldas recayó también la responsabilidad de construir varias capillas, además de la casa parroquial.
De actitud callada, silenciosa y acogedora, decían los visitadores apostólicos que lo trataban que era el misionero más exquisito de la Provincia. Amante del diálogo y de las causas justas, promovió en Manatí la fundación de los Caballeros de Colón y fundó en 1962 el Consejo San Vicente Paúl. Asegura Onelia Padilla, antigua estudiante del colegio de la Inmaculada Concepción de Manatí, que en 1961 el P. Eugenio compuso el himno del centro educativo que todavía se canta a día de hoy. (se puede ver y escuchar en esta página) https://www.facebook.com/watch/?v=463251537716887
El P. Sádaba entregando el diploma de graduación a una alumna del colegio de la Inmaculada Concepción de Manatí. Foto tomada de Facebook y subida por Scheilla Ramos
En 1966 deja Manatí al ser nombrado párroco y superior de la Casa Central, en San Juan de Puerto Rico. Esta sede está ubicada en el distrito de Santurce, en aquel momento un barrio obrero muy populoso. Ahora centrará Eugenio en esta comunidad todos sus esfuerzos; su frágil salud le impedía misionar al modo habitual pero trabajó muy activamente en otros campos, y en opinión de sus colaboradores siempre le acompañaron las virtudes y las obras del misionero.
Interior de la iglesia San Vicente Paúl de Santurce. Puerto Rico. Foto tomada de la página de Facebook de esta parroquia
Además de tomar las riendas de la parroquia de Santurce, recayeron sobre él multitud de tareas; asumió la dirección del colegio y la director espiritual de las Hijas de la Caridad. También fue director diocesano del Movimiento Familiar Cristiano, y durante siete años, director de catequesis de la diócesis de Arecibo. Era muy creativo y polifacético y en su labor docente y evangelizadora se sirvió de distintos medios de comunicación, como radio, televisión y, especialmente, los de forma impresa. Fue fundador y director del “Centro de Servicios Pastorales” y desde aquí proveía a la parroquia de todo el material necesario para la liturgia.
Editó el librito Cantemos del que posteriormente se hicieron cientos de reediciones. En este mundo de la edición su labor se fue ampliando dando servicio a otras parroquias a través de libritos breves de oración, dirigidos especialmente a la formación de laicos.
Escribió la presentación al libro La Cruz Presente en mi Vida: siete Viacrucis sobre los Sacramentos. Este libro consta de de 127 páginas y fue editado por el Centro de Servicios Pastorales de San Juan de Puerto Rico. También escribió un librito de acompañamiento Contigo en la enfermedad; consta apenas de 64 páginas pero es muy útil en momentos de debilidad física o espiritual.
Y es que Eugenio consideraba la lectura espiritual un medio crucial en la formación doctrinal, por eso pensó en un librito que contuviera las reflexiones al Evangelio del Día. Así nació en el año 1988 Palabra y Vida. Esta publicación se hizo muy popular y llegó a superar una tirada de cuarenta y cinco mil ejemplares. Palabra y Vida se sigue editando a día de hoy, cumpliendo la función inspirada en su día por el fraile carcarés.
Tal fue la impronta de esta publicación que en el año 2003 (tres años después del fallecimiento del P. Eugenio), la senadora por el Partido Nuevo Progresista, Luz Zenaida Arce Ferrer, presentó en el Senado de Puerto Rico una petición que buscaba reconocer al Centro de Servicios Pastorales en el decimoquinto aniversario del nacimiento de la publicación “Palabra y Vida”. Los motivos los expresaba la senadora de este modo: “Por iniciativa del Padre Eugenio Sádaba, C. M. se inició una publicación religiosa, un servicio que él llamaba pastoral y que tenía el propósito de llenar un hueco en la comunidad católica de Puerto Rico. El Padre Sádaba trabajó en la publicación bimensual de un librito: sencillo, pero práctico. Este es una edición bolsillo, de meditaciones diarias siguiendo el calendario litúrgico. Un instrumento de evangelización masiva-personal. Esta publicación tiene la finalidad de ayudar a los cristianos a reflexionar sobre la Palabra de Dios, según nos lo propone la Iglesia. Lo que nació como un servicio para los católicos de Puerto Rico, llega a muy diversos y lejanos países”.
Esta propuesta de la senadora Arce Ferrer ante el Senado de Puerto Rico, reconociendo la publicación “vicenciana” y al P. Eugenio Sádaba en particular, fue aprobada por unanimidad por todos los miembros del Senado.
También se debe al P. Sádaba el llamado Fondo del Pobre, una obra benéfica de ayuda a los necesitados, que atendía no solo a las personas necesitadas de Puerto Rico sino también a las de Haití, Cuba y República Dominicana.
Así lo expresaba él mismo:
“El amor a Dios y al prójimo son los dos pilares de nuestra religión. Lo primero es fácil. Una mirada a lo mucho que debemos a Dios nos mueve a sonreirle de corazón. Lo segundo nos cuesta más.
Sin embargo, solo podemos amar a Dios en el prójimo; lo dice S. Juan: “quien no ama a su hermano al que ve, no puede amar a Dios, al que no ve” (Jn 4,20)
Todo cristiano debe matricularse en la escuela del amor al prójimo para aprender de memoria y de corazón generoso las obras de misericordia.
El “Fondo del Pobre” recoge su ofrenda monetaria para repartirla íntegramente entre los más pobres, atendidos por la familia Vicenciana, a través de sus diversas obras en Puerto Rico, República Dominicana, Haití y Cuba.
Que Dios les multiplique en vida con toda clase de bienes su aportación al “Fondo del Pobre”. Gracias.
P. Eugenio Sádaba CM
Mientras su estancia en el centro de Santurce en Puerto Rico, coincidió con algunos paisanos, como el P. Basilio Roldán Ricarte, también misionero paúl, lerinés de raíces carcaresas con el que trabajó y mantuvo una excelente relación. Y en más de una ocasión se vería también con su paisano carcarés, el P. Mateo Mateo, Misionero de los Sagrados Corazones de Jesús y de María en la ciudad portorriqueña de Guaynabo. Este misionero fue además pintor y columnista, entre otras cosas.
La jerarquía de la Iglesia portorriqueña, valorando la labor del P. Eugenio, puso en él su mirada. El historiador de la Provincia asegura, que “cuando en 1973, el obispo de la diócesis, (monseñor Miguel Ángel Rodríguez) presentó su renuncia al Papa por débil estado de salud, se barajaron varios candidatos. Poseo la certeza de que uno de los nombres de la lista, era el de Eugenio Sádaba”.
Eugenio, muy amante de su familia y de su pueblo de Cárcar, tardó en un principio hasta siete años en regresar a ver a su familia, según costumbre de su congregación, pero después ya lo podía hacer cada dos años. De este modo, podía disfrutar unos días de vacación con sus padres y hermanos; cuando ya su madre fue haciéndose mayor, volvía cada año. Era habitual verlo concelebrar en la parroquia de su pueblo o pasear por sus calles saludando a sus paisanos. La muerte le sorprendió en Puerto Rico sin haber cumplido todavía los setenta años, y con las manos todavía “en el arado”. Ocurrió un 20 de mayo del año 2000. Allí descansan sus restos, junto al pueblo creyente portorriqueño que lo acogió, en el lugar donde se gastó y desgastó siguiendo su vocación y perseverando en la fe hasta el final de sus días.
MARÍA ROSARIO LÓPEZ OSCOZ
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Fuentes:
-http://catalogo.bibliotecasagustinianas.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=47571
-https://www.facebook.com/watch/?v=463251537716887
-https://www.facebook.com/photo/?fbid=663587435560552&set=p.663587435560552
-LEÓN Martiniano CM. Biografías de misioneros paúles. Año 2013 https://vincentians.com/es/p-eugenio-sadaba-sadaba/
-https://via.library.depaul.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=2243&context=vincentiana
-https://senado.pr.gov/document_vault/session_diary/1505/document/013003.pdf (SENADO DEL ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO. DIARIO DE SESIONES. PROCEDIMIENTOS Y DEBATES DE LA DECIMOCUARTA ASAMBLEA LEGISLATIVA. QUINTA SESION ORDINARIA. Jueves, 30 de enero de 2003, Núm. 6, página 29687 R. del S. 2588)