Consultando el Catálogo Monumental de Navarra, encontramos que el retablo mayor de la iglesia de San Miguel Arcángel de Cárcar se eleva sobre un alto pedestal de alabastro fechado en el año 1727. Este retablo, que la experta en arte María Concepción García Gaínza, no duda en calificar como: “lo más selecto del churrigueresco en Navarra”, o que, “Por su efectismo y finura de talla se le puede considerar como una de las principales obras del Barroco navarro” constituye un bien artístico, cultural y patrimonial de primer orden.
Está compuesto por una gran máquina de madera “de pino de ley de la que baja por el río Aragón, teniendo obligación el maestro de cortar la dicha madera en los menguantes de enero, febrero o marzo, por ser los más a propósito para su duración” que ocupa todo la cabecera de la iglesia. Este extremo se detalla en la contrata que hizo el maestro y artífice de la obra, José de San Juan (Sanjuanillo). Al parecer, cortar la madera en esos meses concretos se hacía porque era cuando se producía la primera savia del año. Era importante dejarla secar en el monte con la copa hacia abajo antes de utilizarla, según asegura el catedrático de Historia del Arte, Ricardo Fernández Gracia.
Traza de la obra que presentó José de San Juan al cabildo de Cárcar. Foto tomada del Catálogo Monumental de Navarra. II Merindad de Estella. MC García Gaínza y otros. Año 1982
El maestro principal de la obra fue pues José de San Juan, que lo apodaban Sanjuanillo, para diferenciarlo de su padre, el famoso retablista lerinés Francisco de San Juan. Además de él, trabajaron en la obra expertos de diferentes gremios: carpinteros, pintores, escultores, doradores, estofadores, etcétera.
El dorado del conjunto se hacía después de que los carpinteros hubieran ensamblado todas las piezas, incluidas las columnas. Policromar el retablo era mucho más costoso que todo lo anterior, ya que para ello se utilizaba oro de ley proveniente de monedas y joyas, que el experto batihojas convertía en finísimas hojas de pan de oro que con gran detalle iba colocando el maestro dorador a lo largo del retablo, otorgando al conjunto un aspecto impactante cuando el sol se colaba por las ventanas.
Este retablo consta, entre otros elementos, de columnas salomónicas, “mascarón en el Calvario y ángeles a modo de gloria barroca: en el centro del retablo va el titular triunfantes sobre el demonio, con las dos alas desplegadas, muy dinámico; decoración profusa y menuda de efecto riquísimo”. (Francisco Javier Zubiaur).
Una maravilla, en definitiva, que podemos admirar ahora con todo detalle gracias a la potente iluminación que recientemente se ha colocado. Eso ha hecho también que el polvo acumulado con el paso de los años se vea de modo clamoroso y afee bastante una obra tan espectacular y valiosa.
Video corto del aspecto que presenta la iglesia con los andamios. Gentileza de Juan I. Fernández
Afortunadamente este punto se está corrigiendo estos días ya que el retablo lo están limpiando manos expertas.
Esperamos con interés el resultado.
MARÍA ROSARIO LÓPEZ OSCOZ
Gracias como siempre por tus explicaciones
ResponderEliminarGracias a ti, Miguel Javier, por tu apoyo. Cordial abrazo
EliminarQue interesante todo lo que escribes!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y me alegro mucho que este proyecto os genere interés. Un cordial abrazo
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