viernes, 5 de septiembre de 2025

ADRIÁN MARTÍNEZ DE PUELLES IGÚZQUIZA, arquitecto, retablista y entallador


Artista trabajando en una talla.

En una entrada anterior tracé la trayectoria profesional del arquitecto Tomás Martínez de Puelles, natural de Leza (Álava) y afincado en Cárcar, y de su hijo Tomás Antonio Martínez de Puelles Igúzquiza, natural este sí, de Cárcar. Ahora quisiera resaltar la figura de Adrían, otro de los hijos de Tomás. 

Manifestaba en aquel artículo mi sorpresa al encontrar tantos arquitectos y retablistas relacionados con Cárcar en el siglo XVIII. Casi podría hablarse de un auténtico Siglo de Oro local, cuyo origen sería interesante conocer dado que estos artistas no aparecían espontáneamente, sino que requerían de una sólida formación, largos años de aprendizaje y superar exigentes exámenes. A falta de la clave sobre ese dato, he ido destacándolos uno a uno y resaltando todos los trabajos documentados salidos de su mano. 

Vista panorámica de Cárcar. Foto: Juan I. Fernández García

Toca hablar pues sobre la vida y obra de Adrián Martínez de Puelles e Igúzquiza. Pero para hablar ello es necesario poner su vida en contexto. Tomás, el padre, que como digo era natural de Leza, había llegado a Cárcar para participar en las obras de reforma de la iglesia de San Miguel, casándose en 1722 con Josefa Igúzquiza Balduz, una joven natural de Cárcar. Aquí se asentaron y tuvieron cinco hijos: Tomás Antonio, Joseph, Francisco Antonio, Adrián y Juana María. Al menos Tomás Antonio y Adrián seguirán los pasos del padre como arquitectos, retablistas y entalladores

Adrián nacerá hacia el año 1737 en Cárcar, como el resto de sus hermanos, aunque sin poderlo precisar exactamente ya que no ha aparecido la partida de bautismo. Hay que pensar que sus primeros pasos profesionales  estuvieron ligados al taller de su padre, aprendiendo de él junto a su hermano Tomás Antonio. Los tres trabajarían en las contratas que le aprobaban al progenitor, colaborando de este modo en la economía familiar y aprendiendo el oficio. 

En un momento dado Adrián se traslada a Samaniego (Álava) donde conoce a la que será su esposa, Josefa Martínez de Fuicio y Martínez de Puelles, casándose con ella en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Samaniego en el año 1762;  tres meses mas tarde el matrimonio ya había fijado su residencia en Cárcar, donde se velan en su iglesia de San Miguel. Aquí nacerán seis de sus hijos, entre los años 1764 y 1773. 

Zona del coro de la iglesia de Santa María de Lerín en la que pudo actuar Adrián. Foto: MR López Oscoz

Posterior a esa fecha se instalan en Lerín, seguramente con motivo de realizar Adrián algún encargo en la iglesia de Santa María, quizá apoyando a los tallista que se encargaron de hacer la sillería del coro. En Lerín nace en 1776, Maximiliano, el último de los hijos de este matrimonio.

Sillería del coro de la iglesia. Samaniego. Foto: Photo Araba. ATHA-ENC-CD 31628

Al poco de esto, Adrián se independiza del taller de su padre y vuelve a Samaniego (el pueblo de su esposa), donde en 1780 consigue la contrata para hacer la sillería del coro de su iglesia de la Asunción. Posteriormente le aprueban otra contrata en la vecina Laguardia (situada a unos diez kilómetros), para tallar la caja del órgano de la parroquia de Santa María de los Reyes

Portada iglesia de Santa María de los Reyes. Laguardia (Álava). Foto: MR López Oscoz

Así que se traslada a vivir a Laguardia con su mujer y sus hijos. Ese mismo año reformó la sillería del coro, también en Santa María de los Reyes, obra original de Antonio de Herrera. En 1783 va a entrar en liza con Francisco de Sabando para hacer dos retablos en la iglesia de la Asunción de Navarrete, pero finalmente, Sabando rebajó las condiciones y le fue adjudicada la obra a él en perjuicio de Adrián. Unos años después, en 1788, será Adrián el encargado de adaptar un retablo que pertenecía a la iglesia de Santa María de los Reyes de Laguardia (obra de Bartolomé Calvo y Martín de Arenalde), para pasarlo a la de San Juan Bautista de Cripán. Ese mismo año hará también en la iglesia de Cripán un guardavoz para el púlpito.   

Retablo barroco construido para la iglesia de Santa María y que Adrián Martínez de Puelles adaptó para la de San Juan Bautista de Cripán. Foto: @PatrimonioÁlava

Cripán es un pequeño pueblecito que se encuentra a once kilómetros de Laguardia por lo que no va a abandonar su residencia en la Laguardia, o si lo hace, regresa al concluir las obras. Y en Laguardia continuó viviendo con su familia hasta que en febrero del año 1799 muere Josefa, su mujer. Adrián busca rápidamente esposa y la encuentra en Lucia Pinedo, una viuda mucho más joven que él y que aportaba al matrimonio dos hijos de su anterior marido: la boda tiene lugar en enero de 1800, once meses después del fallecimiento de Josefa. Con Lucía va a tener ahora siete hijos más, todos ellos bautizados en la iglesia San Juan Bautista de  Laguardia, entre los años 1800 y 1811, a pesar de tener Adrián ya una edad provecta. Al año siguiente de nacer el último de sus hijos, el 21 de noviembre de 1812, fallece el arquitecto, teniendo lugar los funerales en la iglesia San Juan Bautista de Laguardia. En este momento tenía unos 75 años. A pesar de que los hijos mayores ya se habrían independizado, dejaba unos cuantos hijos pequeños al cuidado de su madre que nuevamente se vuelve a casar.

Algunas de las obras llevadas a cabo por Adrián todavía se pueden ver; otras ya no; de aquella caja del órgano que hiciera para la iglesia de Santa María de los Reyes de Laguardia apenas se conservan tres arcángeles y un San Miguel. Algo es algo.

UN LEGADO ARTÍSTICO PARA LA HISTORIA DE CÁRCAR

La trayectoria de los Martínez de Puelles, los Arbizu, Eizaguirre, Andrés de Mata, Domingo de Mendoza, etcétera, vistos ya todos ellos en este blog, demuestra que Cárcar no solo fue un núcleo agrícola, sino también un foco artístico de primer orden capaz de formar y proyectar a arquitectos, retablistas, entalladores, doradores, organeros, etcétera, de gran prestigio, cuyas obras en muchos casos todavía se pueden admirar. 

Todo este legado constituye un motivo de orgullo para el pueblo, como es tener en su historia a creadores que participaron activamente en la configuración del patrimonio religioso y artístico de tan amplia zona geográfica, por lo que conservar y difundir su obra es, en definitiva, reconocer a Cárcar como cuna de un linaje de artistas cuya huella ha llegado hasta nosotros a través de los siglos.

Investigación y redacción: M. Rosario López Oscoz

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Fuentes:
-Archivos Sacramentales de Álava
-Enciclopedia Auñamendi. https://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/eu/martinez-de-puelles-adrian/ar-93001/
-GUTIERREZ PASTOR Ismael. Unos Retablos de la Parroquia de la Asunción de Navarrete. Pag. 301. 1986. Departamento de Historia del Arte. Universidad Autónoma de Madrid.
-Familysearch.org
-Legado de Cárcar. Arquitectos de Cárcar en el siglo XVIII (I). Martínez de Puelles.  https://legadodecarcar.blogspot.com/2020/06/arquitectos-de-carcar-en-el-siglo-xviii.html

2 comentarios:

  1. Solo seguir aplaudiendo Charo

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Ha sido dificultoso encontrar el lugar de procedencia del padre, pero, una vez resuelto, se entiende mejor la trayectoria del hijo. Que importante encontrar estos datos.
      ¡Saludos!

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